¡Qué triste es vivir en un país sin memoria! Luego de ocho años en los cuales Álvaro Uribe Vélez nos devolvió la tranquilidad en todo el territorio nacional, en los que las carreteras se volvieron nuevamente transitables y seguras por la presencia del Ejército, en los que la economía creció a niveles no vistos en muchas décadas, en los que la confianza inversionista nos muestra la estadística más alta y en los que Colombia se convirtió en el destino turístico de miles de extranjeros, a muchos colombianos, que seguramente se beneficiaron del mejor gobierno de la historia, se les olvidó gracias a quien se logró todo esto y ahora se dedican a hablar mal y a intentar dañar la imagen de este gran hombre.
La verdad, no entiendo la memoria a corto plazo que tenemos en Colombia. Es muy fácil utilizar las redes sociales y con las palabras atacar a quien tiene a Colombia como uno de los países favoritos de los lectores del prestigioso diario The New York Times.
Es muy sencillo seguir en Twitter a quienes dicen llamarse "periodistas" y utilizan tan bella profesión para despotricar de las personas frente a la pantalla del computador, pero que no asisten a las diligencias judiciales a dar frente a frente las explicaciones.
Creo firmemente en Álvaro Uribe Vélez, lo admiro como persona y como hombre de la política. Le agradezco enormemente lo que hizo por nuestro país. Le doy las gracias por lograr devolvernos la confianza, por hacer que nos sintiéramos orgullosos de la tierra que nos vio nacer.
¿Cuántos de los asiduos viajeros no sentían pena de mostrar su pasaporte? Y ahora ¿cómo se sienten? Todo esto lo logró un líder, alguien que cree firmemente en Colombia, que la ha sufrido, que la ha llorado y que ha dedicado su vida a hacerla mejor.
Debo reconocer que no todo ha sido perfecto, sin embargo, ante cada error, cada situación negativa, siempre hemos visto a un hombre dar la cara, hablar de frente y con la verdad. Jamás se ha escondido y jamás lo hará.
Quizás algún lector se preguntará ¿y este por qué defiende tanto a Uribe? Esta pregunta me la han hecho varias veces y siempre he respondido: "No tengo por qué dar explicaciones". Sin embargo hoy daré quizás la razón más poderosa. Gracias al mandato de Uribe, mi hija Mariana vive en una Colombia más segura, sin atentados terroristas a poblaciones todos los días, sin "pescas milagrosas", sin dos mil o tres mil secuestros al año, sin matanzas y masacres constantes.
Aunque el país vive en estado de alerta, aún no hemos derrotado el terrorismo, pero vamos por buen camino, por eso elegimos a Santos como Presidente, porque era el único que podía continuar la línea trazada que nos llevará a la victoria y a la tranquilidad total, tranquilidad que hará que los hijos de Mariana y los hijos de sus hijos, es decir mis nietos y bisnietos, digan con orgullo: ¡soy colombiano!
¿Y tú ya lo dices?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Sígueme en Twitter @DiegoMorita