Páginas

domingo, 8 de mayo de 2011

Hoy y siempre GRACIAS mamá!

No sacaré pecho ni diré en tono retador: “mi mamá es la mejor del mundo”. No tengo necesidad de hacerlo porque ella no está compitiendo con nadie, no le interesa sobresalir, ni que la reconozcan, ni que la feliciten, ella lo único que quiere es que cada uno de sus cinco hijos esté bien, así sea sacrificando su propia felicidad.

Mi mamá tiene 64 años y hace 11 años que no la veo. A su edad aun trabaja, en algunos casos en horarios que yo creo no ser capaz de aguantar. Desde que la recuerdo tengo en mi mente a una mujer tranquila, sencilla y luchadora. No fue fácil para ella ni para mi padre, sacar adelante a cinco hijos, en edades cercanas, es decir, todos al mismo tiempo en el colegio y después algunos en la universidad.

Ella es una mujer muy recursiva. Recuerdo una época en la que la economía del hogar estaba en un déficit bastante grande y se le ocurrió hacer tamales. Desde el jueves empezábamos a preparar los ingredientes, entre viernes y sábado se armaban y se cocinaban y el domingo salíamos a venderlos. Con las ganancias se pagaba el arriendo, los servicios públicos, se mercaba. Cabe aclarar que ella tiene una gran sazón, no sé si la mejor del mundo pero si la mejor que yo he conocido.

También recuerdo que en la universidad nos dimos cuenta de que no habría dinero para pagar el semestre siguiente, así que a ella se le ocurrió hacer hamburguesas. Me iba para clase de seis de la mañana y ella las preparaba, mi papá me las llevaba a las 9 y 30 am y yo me encargaba de venderlas. Hacíamos 15 diarias y con las ganancias, pudimos recoger parte del dinero que se necesitaba.

Hay muchas cosas que contar, sin embargo la idea de estas 500 palabras de hoy, no es contar nuestra vida familiar en detalle ni las angustias vividas. Quiero simplemente decirle a mi mamá, (que como he dicho en varias ocasiones hace parte de mi grupo de admiradores de dos personas, el otro es mi papá) que le agradezco todo lo que ha hecho por mí, mucho o poco no me importa, no intento cuantificar un sentimiento. Creo que gracias a los pequeños detalles a través de los años, soy una mejor persona y eso es quizás lo más importante.

Mi hija Mariana tiene una gran posibilidad de ser una maravillosa persona y estoy plenamente convencido de que está en sus genes. Creo que lo bueno si se hereda y lo malo se escoge por voluntad propia. Uno como padre no puede decidir, aunque muchas veces quisiera, qué será de sus hijos, solo queda hacer lo posible por darles bases solidas que los ayuden a tomar una mejor decisión, lo hicieron conmigo y lo estoy haciendo con mi hija.

500 palabras no son suficientes para expresar lo que se siente por la mamá, pero quizás cinco si lo sean: hoy y siempre GRACIAS mamá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario. Sígueme en Twitter @DiegoMorita

Visitantes