Cuando se conocieron él no era nada y ella se convirtió en su todo. Se enamoraron y creyeron conocer el amor. Olvidaron su primer beso por todos los que vinieron después. Un día, todo acabó. La separación fue triste, casi demente. A él se le rompió el corazón, tres infartos en dos días fue el diagnostico médico. Ella nunca fue la misma, perdió la sonrisa. Viven separados y se ven cada quince días por su pequeño hijo. Después cada quien por su lado, a continuar luchando con los fantasmas del pasado.
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