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miércoles, 24 de agosto de 2011

¿Y la salud qué?

Diego Mora | Publicado el 30 de agosto de 2011 El Colombiano


En los últimos meses, Colombia ha atravesado por una serie de acontecimientos, quizás más cercanos a la ficción que a la realidad. Sin embargo, estamos en Colombia, un país en el que todo puede pasar; desde la patada a una lechuza que indigne a todo el país y se convierta en tema de medios de comunicación y redes sociales o el desfalco a la DIAN y su inteligente cabecilla que contrató a un chef personal y se llenó de lujos; hasta la agresión del "Bolillo" Gómez a una dama sin "rostro" con la posterior presión de los medios pidiendo su “cabeza” o que pase desapercibido para todos que una linda mujer sea atacada con ácido sulfúrico, las autoridades capturen al agresor y un juez de la República lo deje libre, quizás porque no es un peligro para la sociedad como si lo son los ex funcionarios del Ministerio de Agricultura que ya están detenidos.

Uno de los escándalos más sonados en los medios de comunicación fue el de la salud. Ya todos conocemos los detalles y quien no, puede consultarlos en la Internet y entretenerse un rato con el tema. Semejante escándalo, que a la mayoría ya se les olvidó como todo en este país, debería servir para que de alguna manera el sistema se pellizcara, cambiara y mejorara.

Pero no! Sigue siendo increíble, y en este caso solo quiero referirme a la atención de urgencias en las EPS, la situación continúa igual e incluso peor.  Creo que la mayoría de colombianos que vamos a urgencias lo hacemos porque nos sentimos mal, sin contar los que lleguen por accidentes y demás.

Al llegar a la EPS se debe tomar un ficho, esperar a que verifiquen si puede o no acceder a los servicios y estar atento al llamado para la clasificación, que consiste en que un médico te mire, te tome la presión y solo con eso decida si requieres o no atención. Si logras pasar ese obstáculo, debes salir, tomar otro ficho, esperar a que te atiendan, pagar la cuota moderadora y sentarte a ser “paciente”. El promedio de atención es de una hora. Una hora sentado, incómodo y viendo National Geographic, pero sin volumen.

Cuando te atienden, el médico vuelve y te revisa, te diagnostica y te receta. Eso sí, tratando de que no te demores mucho, pues las camas son pocas, el personal menos y se necesita rotación.

No entiendo en qué momento atender a un paciente se volvió un proceso mecánico. Casi todos salen con el mismo diagnostico y los mismos medicamentos. La salud se convirtió en un negocio y las EPS si que han sabido explotarlo.

Mi humilde llamado es a dignificar al paciente, a entenderlo, a mirarlo a los ojos, a preguntarle de corazón ¿cómo se siente? Médicos, tómense cinco minutos para conocer un poco más a quien tienen en frente, seguro que así ningún paciente saldrá diciendo: “ese médico no sirve para nada, mejor que lo echen”.

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