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viernes, 27 de enero de 2012

Realidad (en 500 caracteres)


Pensó que le gustaba todo de ella. Creía que ver su rostro era una epifanía. Verla caminar y contonear sus caderas era uno de aquellos recuerdos que no quería olvidar jamás. Su personalidad arrolladora y su inteligencia absurda con un tema siempre sobre la mesa, no dejaba de sorprenderlo. Sin embargo, lo que le gustaba realmente era su cara imperfecta y sus lunares en sitios inimaginados. Le gustaba ese cuerpo con varios kilos de más. Entendió que le gustaba la mujer real y no a quien su mente idealizaba. Supo que desde que la conoció empezó a mirarla con los ojos del amor, esos mismos que te enceguecen.

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