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lunes, 27 de febrero de 2012

Y sigue la tortura!


Lo del campesino torturado por las Farc es aberrante, descabellado, absurdo, asombroso y mil cosas más. Está muy claro, los ignorantes guerrilleros (léase Terroristas) de este grupo armado ilegal son unos dementes, porque solo en la cabeza de personas que no razonan puede caber semejante acto tan desproporcionado; y que por favor me disculpen los enfermos mentales por meterlos en el mismo costal con estos bandidos.

El solo hecho de querer atentar contra el ejército es ya un acto inhumano. Dirán los que saben, que es un acto propio del conflicto armado, las Farc dirá que es un acto de guerra y que siguen peleando por una sociedad más justa y equitativa, pero a las cosas hay que llamarlas por su nombre: es un acto cobarde de terrorismo.

Sumado a querer atentar contra el ejército, obligar a un campesino a transportar un burro cargado con explosivos, está bien que los burros sirvan para cargar pero tampoco pues, y cuando el señor se niega a hacerlo recurrir a la tortura para disuadirlo, es definitivamente una violación a todos sus derechos y evidencia un acto de desespero, muy común en el ser humano cuando las cosas no le salen como quiere; y que por favor me disculpen los seres humanos por meterlos en el mismo costal con estos bandidos. ¡Disculpa aceptada!

Luis Élder Dagua se negó a llevar el burro-bomba a la brigada del ejército en Caloto, así que le cosieron la boca con alambre, le golpearon las manos con piedras, le amputaron un dedo, lo apuñalaron. El campesino logró sobrevivir y se recupera de las heridas en un hospital de Santander de Quilichao.

Otras versiones indican que las heridas no son tan graves, que no hubo amputación ni peligro de muerte y que no existen indicios del burro-bomba, pero sí de 15 millones de pesos que habría recibido el campesino. ¿Y adivinen qué? ya le abrieron investigación a Luis, que seguramente, y siguiendo la línea de nuestra “justicia” colombiana terminará en la cárcel, él que fue la víctima. ¿Y los terroristas? Libres! ¿Se les hace conocido?

No terminaré de asombrarme jamás con los actos terroristas de estos dementes. Aunque me parezca lo más normal cada día cuando vea las noticias, aunque mañana parezca estar viendo el mismo noticiero de hoy, ¡no importa! porque el asombro me permite tener conciencia crítica y pensar que al protestar en 500 palabras en mi blog o en 140 caracteres en Twitter estoy rechazando y negando la más mínima posibilidad de aceptar cualquier modo de violencia.

Por último: no estoy de acuerdo con otorgarle a Luis una condecoración en el Congreso por su valor civil, pues tendrían que dársela también a muchos otros colombianos. Entiendo que sea un acto simbólico y valoro lo que hizo este campesino, pero estas atrocidades tienen que ser evitadas por el Estado y que esté pasando esto y mucho más, es una clara muestra del deterioro en seguridad que vivimos con el gobierno actual.

Atentamente, un idiota útil.

@DiegoMorita

sábado, 25 de febrero de 2012

Blanquita, cada vez más Negrita


Hace unos días se generó una polémica, la seguí vía Twitter, por una foto de la revista Hola, en la que se veía a cuatro mujeres sentadas en la sala de una mansión, ubicada según la revista, en el Beverly Hills de Cali. En segundo plano se pueden observar un par de mujeres afrodescendientes o negras, con charoles y sus uniformes de empleadas domésticas, listas y atentas a atender a las "patronas". Vea aquí la foto http://t.co/RHehHttz

Leí muchos Tweets que decían que eso era racismo, que cómo era posible que mostraran a estas mujeres de esa forma y más y más carreta que se queda, como casi todo lo que pasa en el país, en el gran libro de nuestro anecdotario nacional.

La verdad, no expresé en ese momento ninguna opinión y tampoco lo haré ahora, pero ese tema me sirve de introducción para hacer una reflexión frente al tema del racismo en cualquiera de sus formas, aclarando que no solo se da de blancos a negros, también viceversa y en sentidos contrarios que, por supuesto, se complementan.

Empiezo por aclarar que no me parece un insulto ni despectivo decirles negros, eso sí depende del tonito, como todo en la vida, que se utilice. No conozco el primer negro que se enoje porque le recuerden el color de su piel y creo que no tiene porqué hacerlo. Tampoco conozco ningún pastuso que se enoje porque le recuerden la región donde nació; pero si tiene porque enojarse un negro o un pastuso cuando le dicen: -negro hp- o  -pastuso bruto-, en este último caso el periodista Chelo de Castro puede ilustrar mejor el asunto.

Desde que tengo uso de razón, bueno eso es hace poco; mejor dicho, desde muy niño recuerdo un comercial de televisión en el que una señora negra pero vestida de un blanco luminoso (uniforme de empleada doméstica) nos dice que se llama Blanquita y que usa una marca de desinfectante específica porque le deja la ropa muy limpia, blanca y además le ayuda a ahorrar dinero. Vea aquí el comercial de 1986 http://t.co/guFZ3bvz

Hasta aquí podría decir que todo normal, una idea de campaña en la que juegan con el color de piel de alguien y su nombre para generar impacto. Supongo que esta empresa vende mucho dinero pues se ha logrado mantener en el tiempo con este producto y además la campaña ha sido un éxito, pues el concepto no lo cambian desde hace más de 20 años.

La campaña más reciente evolucionó, aunque Blanquita sigue siendo la misma, eso creo, y si no lo es, consiguieron una muy parecida; ahora no sale con su uniforme blanco y resplandeciente, sino con ropa casual y muy fresca.

Sin embargo, el comercial empieza con Blanquita diciendo "yo no tengo un posgrado, ni trabajo en la bolsa de valores" -vea aquí el comercial de 2011 http://t.co/jEoed0xJ-  y es en este momento en el que me pregunto: ¿acaso esta campaña no genera un estereotipo alrededor de las mujeres negras y las mete de lleno en el imaginario de que sirven solo para las labores domésticas? ¿No es esta una forma de racismo? ¿Cuál es la diferencia con la foto de Hola? ¿Por qué nadie se indigna con este comercial? ¿Si hay indignados porque no protestan igual que con la foto de Hola? ¿Por qué en Colombia somos tan selectivos para protestar?

Los seres humanos somos expertos en crear estereotipos y nos parece lo más normal ver a los negros en las labores más duras y mal pagadas. Con esto no quiero decir que se les dé más de lo que merecen de acuerdo a sus capacidades, pero ¿cuántos de ellos habrá subvalorados por el solo hecho de tener ese color de piel? ¿Por qué la mayoría de empleadas domésticas son negras? ¿Por qué la mayoría de coteros son negros? ¿Esto indica que gran parte de las labores que requieren fuerza están mejor realizadas si las hace un negro? ¿No les otorga esto una capacidad extraordinaria? Simplemente unos interrogantes para la reflexión.

No diré que me he sentido mal toda la vida con este comercial, pues no es así, creo que se debe, en parte, a mi uso de razón tardía. Pero nunca es tarde para tomar una posición y defenderla y eso hago al escribir esto. No sé si tenga tanto eco como la protesta por la foto, pero como siempre he dicho, con una sola persona que se sienta identificada con lo que uno escribe, se ha logrado el objetivo.

No he hablado de este tema con mi esposa nunca, pero me doy cuenta de que ella nunca compra esa marca de desinfectante. Creo que esa es una gran, y quizás la mejor, forma de protestar ante una empresa que vive de las ventas; y parafraseando a Blanquita que nos dice que es “la autoridad en el cuidado del bolsillo” pues eso somos todos nosotros, así que veamos bien a qué empresa le compramos.

Alguna vez me contaron un chiste: dos amigos estaban conversando y le pregunta uno al otro: -A vos cómo te caen los negros? –No, hermano, no los puedo ni ver, los odio. –Y a vos cómo te caen? –Hermano, a mi si me caen muy bien los negros, por eso esta semana me voy a comprar dos.

Por último, la esclavitud se abolió hace muchísimo tiempo, esa esclavitud que a la gran mayoría nos tocó conocer en los libros, con negros atados a cadenas y que eran negociados como cualquier mercancía. Es el momento de acabar de una vez por todas con la esclavitud en nuestra mente, eliminemos los estereotipos, no permitamos que los imaginarios sociales sigan creciendo y nos hagan pensar que alguien vale menos que nosotros por el color de su piel. Cuando esto suceda, estoy seguro de que empezaremos a salir del atraso mental, ese que nos tiene en plena posmodernidad haciendo que Blanquita esté cada vez más negrita.

@DiegoMorita

jueves, 23 de febrero de 2012

La cultura del hincha

Por Diego Mora | Publicado el 22 de febrero de 2012 El Colombiano
Después de vivir un paraíso en los estadios durante el mundial de fútbol sub 20 y en el segundo semestre de la Liga profesional, acabamos de ver nuevamente disturbios en Tolima y Pereira, lo que pone en evidencia a algunos, mal denominados, hinchas.
Era de esperarse que sucediera, pues al no contar con las vallas que separan las tribunas de la cancha la tentación de ingresar a esta debe ser mucha.
Lo que me llama la atención es que esto suceda precisamente cuando el Gobierno firma la Ley del Deporte, que incluye penas más fuertes y drásticas contra los hinchas violentos en los estadios y permite a los equipos de fútbol convertirse en sociedades anónimas.
La Ley impone a aquellos hinchas que alteren el orden o que de una u otra manera promuevan la violencia en los estadios, multas e incluso cárcel.
Las agresiones físicas se castigarán con multas desde 20 hasta 200 SMMV, además de la prohibición para ingresar de nuevo a escenarios deportivos en un periodo entre 3 a 5 años.
Las agresiones verbales se castigarán con trabajo comunitario y su reincidencia con multas de 1 a 20 SMMV, así como la prohibición para ingresar a escenarios deportivos por un periodo entre 1 a 3 años.
En el papel se lee muy bien, pero ¿cómo se hará la identificación si aún nos falta tecnología, por ejemplo, en cámaras?
¿Qué pasa si el agresor es menor de edad? ¿Si el agresor no tiene dinero para pagar la multa, qué pasa? ¿Cómo se controla el ingreso a los estadios de aquellas personas a las que se les prohíbe? ¿La prohibición es nacional o solo en la ciudad de origen?
No quiero sonar pesimista o negativo en el tema, pues creo que funcionará a largo plazo, pero se hace necesario adelantar un proceso de transformación cultural de nuestras conductas y no solo en los estadios.
La Ley no se puede quedar en un papel como simple represora. El Gobierno y, claro, los equipos de fútbol deben contribuir a educar, a hacer pedagogía al respecto.
El tema es cultural. Si el hincha no cambia su manera de ver el fútbol y no aprende a aceptar al otro y sus diferencias, los disturbios seguirán.
Además, los equipos de fútbol deberían adelantar un proceso de carnetización de sus hinchas, lo cual permitiría identificarlos y además les serviría de soporte para eventuales estrategias de mercadeo, como la que adelantó el Atlético de Madrid, que por 10 euros estampó la foto de sus hinchas en el número de la camiseta de su jugador favorito.
Por último: ¿Usted qué hizo hoy para promover la No Violencia?

jueves, 16 de febrero de 2012

Soy un Idiota Útil

Discúlpeme señor Presidente Juan Manuel Santos por ser un idiota útil y magnificar, según usted, los actos terroristas de las Farc. Le pido por favor que sepa perdonar semejante osadía al opinar sobre la situación actual del país y espero también que sepa disculpar a algunos otros millones de idiotas útiles que hay en Colombia y el mundo que tampoco saben callar ante el deterioro continuo de nuestra seguridad desde que usted llegó al gobierno el 7 de agosto de 2010.
Discúlpeme Presidente Santos por no hacerle caso y negarme a creer que todo es cuestión de “percepción” tal y como usted, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, lo ha expresado en varias oportunidades. Me gustaría saber si los familiares de los muertos recientes en Nariño, Cauca y Tolima creen que la pérdida de sus seres queridos es solo percepción, y eso, por citar solo tres casos.
Discúlpeme Santos por sentir dolor e impotencia al ver como un país que avanzaba a paso firme por el camino de derrotar la violencia, se detiene y retrocede gracias a su mala conducción y a la falta de coherencia en su discurso, que ha permitido que el terrorismo se tome confianza nuevamente e intente negociar sembrando el terror y la desesperanza en nuestra sociedad.
Discúlpeme usted por sentir que nos está jugando sucio y nos utilizó, a más de nueve millones de personas que votamos para que fuera Presidente, a punta de mentiras y haciéndonos creer que mantendría vivas las tesis del Presidente Uribe, continuando por el camino que él nos mostró; mejorando lo malo, haciendo lo que faltó y fortaleciendo lo bueno. Pero nada de esto es real, en cada oportunidad que tiene, usted desvirtúa la plataforma que lo tiene en la Casa de Nariño y tal vez piensa que con decir una que otra frase, en sus fabricados discursos, en reconocimiento a Uribe demuestra ser leal, pero está muy equivocado porque usted cada día se hunde más en la deslealtad.
Discúlpeme por estar decepcionado de lo que usted es en estos momentos, por haber participado en su campaña, por haberme puesto su camiseta. No diré que me arrepiento del voto pues de las opciones que había, usted era la mejor en ese momento. No me quiero imaginar cómo estaría el país en manos de Mockus o de Petro y mucho menos en las de Vargas Lleras.

Hoy quisiera poder retroceder el tiempo y votar en blanco, pero como no puedo hacerlo debo asumir la decisión que tomé, pero entienda que eso no significa ser un ciudadano pasivo, lo que me convierte, según usted, en un idiota útil. ¿Y sabe? Me siento orgulloso de serlo y lo seré hasta el 7 de agosto de 2014 cuando usted deje el gobierno.
Por último, no se le olvide que se gobierna desde las calles y con la gente, no desde los micrófonos y los medios de comunicación o los clubes de golf posando para la foto.


@DiegoMorita

miércoles, 15 de febrero de 2012

Eternidad (en 500 caracteres)

Fue inevitable, al volverla a ver sentí como pedazo a pedazo mi corazón se reconstruía y resucitaba. No sé cuánto tiempo pasó desde su despedida, tal vez un siglo o solo cinco minutos, pero sé que sobreviví gracias al recuerdo que su ausencia me dejó. No quise pensar en el porqué de su huida y el porqué de su regreso, solo quería abrazarla y no soltarla jamás. Pero nada es lo que parece o lo que queremos que sea, regresó porque no tenía a donde ir y sabía que no le negaría la posibilidad de quedarse. No sé cuánto tiempo lo hizo, un siglo o solo cinco minutos, pero sé que ha sido la época más feliz de mi vida.

jueves, 9 de febrero de 2012

Decisión (en 500 caracteres)

Me dices que no soy feliz, que me sientes lejos, que soy extraño. Tal vez piensas que finjo mis sentimientos o que hay otra persona. No lo negaré pero eso no quiere decir que lo acepte. Solo diré que despertar a tu lado es mi alegría, encontrarte cuando no te busco es como tocar el cielo. Disculpa si prefiero guardar silencio pero lo hago porque las palabras que existen no bastan para decirte lo que siento, un “te amo” se queda corto y además no entiendo realmente lo que significa. Si estoy a tu lado es porque quiero y eso debe ser suficiente, de lo contrario lo único que se me ocurre decirte es: adiós.

sábado, 4 de febrero de 2012

¿Lo peor está por venir?

Esta fue una de las peores semanas que hemos vivido en Colombia en los últimos años. Tres ataques terroristas consecutivos en Tumaco, Villa Rica y Miranda que dejan un saldo de 25 personas muertas y más de un centenar de heridos, además de miles de millones de pesos en pérdidas materiales.

Un estudio de la Universidad Sergio Arboleda publicado recientemente, arrojó que enero de 2012 es el mes más violento en 8 años, teniendo en cuenta solo lo que se refiere al “conflicto armado” y no la delincuencia común. Si se quiere encontrar un mes más violento que este debemos remontarnos al año 2004.

No es un problema de percepción, los ataques son reales así como los muertos y la destrucción que posteriormente desembocará en un aumento del miedo, que al final de cuentas es, uno de los mayores logros del terrorismo. Algo peor que salir con miedo a la calle y preguntándose ¿hoy qué pasará, dónde será el ataque? Precisamente en el momento en que escribo esto veo que El Espectador publica en su versión web: “Guerrilleros de las Farc lanzaron explosivos contra estación de Policía en Arauca” (Feb 4/2012 – 10:50 am). Este sería el cuarto ataque en cuatro días y no menciono el caballo bomba, o los dos policías asesinados por un francotirador en Remedios – Antioquia, entre otros.

No quería escribir de este tema, pues a través de Twitter he lanzado mis opiniones al momento de enterarme de lo que pasa, pero siento que debo hacerlo, precisamente, al leer ciertos comentarios que reducen la situación del país y lo que las personas opinan, a una pelea entre Uribistas y anti Uribistas.

Hay que ser “ciego” para no darse cuenta que el país va en retroceso en materia de seguridad, que la guerrilla se está reorganizando después de ocho años en que el gobierno de Álvaro Uribe la combatió de frente y logró menguar su capacidad de ataque, incluso el objetivo del estudio de la U. Sergio Arboleda es “dar una voz de alerta a las autoridades para que elaboren nuevas estrategias de seguridad, sobre todo en el plano regional,  pues la guerrilla no está dando señales de debilidad, sino de recuperación".

En sus múltiples intervenciones en Colombia y alrededor del mundo y fiel a la coherencia en el discurso que siempre lo ha caracterizado, algo que le falta a nuestro Presidente actual Juan Manuel Santos, Uribe expresa: “no dejé un paraíso, pero el país iba bien” y no conozco una sola persona detractora de su gobierno, por supuesto, que refute esta afirmación.

La pelea no es de seguidores o detractores, la pelea es de todos contra el terrorismo. Debemos unirnos y rechazar este tipo de actos con la misma vehemencia con la que se rechaza el caso AIS o las chuzadas del DAS o la amistad entre Santos y Chávez o la creación de 11 mil nuevos cargos en el Estado. 

Puede ser que no estemos de acuerdo con lo que hace o dice Uribe o lo que, en este caso, hace o dice Santos, pero si tenemos que estar de acuerdo en que el enemigo de Colombia es el terrorismo, si logramos total coherencia entre nuestro discurso y nuestras acciones ese día Colombia será un país mejor.

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