Empiezo
esta columna con una tesis que me rige desde hace muchos años: a las Farc no se
les puede creer.
El
pasado 26 de febrero este grupo terrorista le anunció al país el cese
definitivo del secuestro extorsivo y la liberación de 10 policías y militares
que tienen en su poder, algunos desde hace 14 años.
El
anuncio causó alegría, podría decirse que en todos los ciudadanos de bien del
país e incluso del mundo, también hubo escepticismo en los sectores más
críticos, pues como dicen por ahí, “de eso tan bueno no dan tanto”.
Casi
un mes ha pasado desde este anuncio, el protocolo para las liberaciones está
aprobado por las partes, la Cruz Roja y el gobierno de Brasil están listos para
brindar el apoyo necesario y los familiares de los secuestrados cuentan los
minutos para abrazar de nuevo a sus seres queridos.
Sin
embargo, acabamos de conocer que las Farc condicionan las liberaciones a la
visita de Piedad Córdoba a los guerrilleros detenidos en diferentes cárceles
del país. ¿Cuál es la intención de condicionar en este momento las
liberaciones?
A
quince días de la fecha elegida, 3 de abril, ¿por qué tender un manto gris
sobre un proceso, que podría decirse que se estaba llevando a cabo de manera
exitosa? ¿Es esta una nueva bofetada al país? ¡Esperemos que no!
Las
Farc y sus voceros tienen una gran capacidad para mentir y además para
contradecirse fácilmente, mientras hablan de paz no cesan sus ataques y cada
día las víctimas del terrorismo aumentan en nuestro país.
Acabamos
de ver cómo asesinaron a 11 soldados en Arauca, por citar solo un caso, con lo
cual dejan en evidencia el contrasentido de su accionar ¿Cómo pueden anunciar
su interés en dialogar y poner fin al secuestro y continúan masacrando,
extorsionando y traficando drogas?
Como
lo dije al inicio, a las Farc no se les puede creer, mientras no muestren
hechos reales de paz y un cese definitivo de la violencia que han practicado
durante 50 años.
Liberar,
sin condiciones, a los secuestrados puede ser un punto de partida, por eso les
exigimos cumplir con su promesa.
Por
último: Presidente Santos, el asesinato de 11 militares no puede ser llamado
error táctico del Ejército, no los culpe a ellos, los culpables son los
terroristas de las Farc, esos que gracias a su falta de coherencia en el
discurso se han tomado confianza y poco a poco van retomando el control de
algunas zonas del país. Este es el momento para que usted se dé cuenta de lo
que está pasando con la seguridad del país y que esta se le salió de las manos,
reaccione que aun está a tiempo.
@DiegoMorita
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