Páginas

lunes, 23 de abril de 2012

Día sin carro ¿para qué?

Con el perdón de los ambientalistas, de los amantes de la bicicleta, de los asmáticos o enfermos de enfisema pulmonar, quiero preguntar ¿para qué sirve el día sin carro, aparte de aumentar los ingresos de los profesionales del volante?

El “balance es positivo” dirá el vocero oficial. “Hubo reducción en indicadores en cuanto a contaminación y ruido” afirmará el funcionario. Pues el balance de cualquier cosa oficial siempre es positivo y creo que es obvio que hay menos contaminación o ruido sí durante 11 horas no hay tránsito en la ciudad de, por lo menos, 500 mil vehículos. Así que estas declaraciones, ni ninguna de las que lleguen, contribuyen a responder mi pregunta.

También nos dirán que lo más importante del día es el “cumplimiento de la ciudadanía”. ¿Cómo no se va a cumplir si la medida es obligatoria y la sanción económica por no acatarla es de $ 283 mil pesos? El palo no está pa’ cucharas como para regalar medio salario mínimo así porque sí. Aunque los medios nos mostrarán que hubo algunas personas que no acataron la medida, seguro a ellas sí les sobraba el dinero.

Pero bueno, que no todo sea crítica. El día sin carro servirá, algún día, cuando la jornada se haga pero sin ser obligatoria y el 100% de la ciudadanía la cumpla, sin coerción y con plena conciencia de que su comportamiento contribuye, en algo, al planeta.

Es obvio que un solo día no marca la diferencia, ni siquiera de manera simbólica, por dejar el carro guardado 11 horas, mientras lo sacamos el resto del año por más tiempo.

En mi humilde opinión, esa de alguien que no sabe nada de este tema, creo que así como está planteada la jornada es absurda y equivocada. Mientras las ciudades, y hablo aquí de Medellín y Bogotá, no tengan un sistema público de transporte eficiente, amigable con el ambiente, económico para el usuario y las vías no sean realmente aptas para el transporte alternativo, opino, de forma constructiva, que el día sin carro no sirve para nada.

Este día se suma a otros que tampoco aportan, pues ya sabemos que nuestras falencias son culturales y no cambiarán con un solo día cada año. El día del agua, del árbol y muchos otros, son solo una anécdota, una reseña en los medios de comunicación.

Los 364 días que faltan para una nueva jornada, sacaremos nuestros vehículos, 5, 10, 15 horas y continuaremos contaminando el planeta. Entonces ¿la culpa es de quién tiene carro? No, no seamos tan facilistas, la respuesta y el cambio de actitud no es dejar el carro guardado, va más allá.

Como soñar no tiene restricciones ni pico y placa, les comparto una posible solución, fácil, económica e incluso saludable para que pensemos seriamente en dejar el carro en la casa. No se dará, si es que llega, de un día para otro, pero podemos ir apuntando hacia allá. ¿Qué opinan?


@DiegoMorita

3 comentarios:

  1. Pero no, nuestro querido alcalde prefiere "invertir" nuestro dinero en cosas como el manejo de las basuras con "proyectos" mediocres y sin alguna garantía para luego solo disculparse como si fuese un pequeñísimo error!
    Saludos diego gracias por compartirnos tus palabras.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por leerla y tomarte el tiempo de comentarla. Esta entrada es de hace casi un año y se inspira en Medellín, pero creo que aplica también en Bogotá. Saludos!

    ResponderEliminar
  3. Si, lo se, por eso lo revivo en este año y preciso para el día de hoy que ocurre algo similar a lo que tu comentas y esto solo demuestra que seguimos igual o peor!

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario. Sígueme en Twitter @DiegoMorita

Visitantes