A
veces, es necesario detenerse un poco y bajarle la velocidad a nuestro día a
día, darnos un respiro. Mirar el cielo es una buena opción, los árboles, sentir
la inmensidad de lo que nos rodea.
En ocasiones caemos en el error de querer
estar siempre ocupados en algo, estudio o trabajo por ejemplo y dejamos pasar a
nuestro lado momentos únicos que nos pueden ayudar a recargarnos.
Vivir
en Colombia es maravilloso. No es un secreto que aquellos compatriotas que por
una u otra razón abandonan el país añoran con regresar algún día. Tenemos, en
términos generales, un buen clima, paisajes únicos, costas espectaculares y un
calor humano fuera de serie, porque en cualquier rincón de nuestra geografía
siempre habrá alguien que te reciba con los brazos abiertos y dispuesto a
ayudarte.
Infortunadamente
y a pesar del lindo lugar en el que nacimos, Colombia no es fácil. La violencia
nos ha azotado siempre. La inequidad social cada día va en aumento, la
educación a pesar de ser un derecho consagrado en la Constitución aun no se
cumple en su totalidad, la corrupción ha permeado la sociedad y
parece un cáncer, sin cura, que nos carcome de adentro hacia afuera, se escoge
la vida fácil antes que el trabajo honesto y la falta de cultura nos lleva, a
veces, a pensar primero en nuestro beneficio personal que en el general.
Y
es todo esto lo que a muchos colombianos nos obliga a darnos un respiro, a
salirnos a un universo paralelo en el que solo cabe la tranquilidad.
Acabamos
de vivir unas semanas muy movidas, llenas de noticias impactantes y seguramente
muchos repitieron “es que eso no pasa sino en Colombia”.
La
Cumbre de las Américas en Cartagena nos dejó un escándalo con el Servicio
Secreto de Estados Unidos y a Dania, una dama de compañía, que no recibió su
pago completo. Causó revuelo también la intención de regalarle un burro a Obama
y ahora que conocemos los gastos de la Cumbre, una sorpresa mayor, pues 62 mil
millones de pesos es un costo muy alto para un país pobre como el nuestro.
Y
no creo que los colombianos aprovechemos cualquier situación para caerle encima
a los demás, como en el caso de Shakira y su Ublime, es que simplemente
necesitamos otro camino que tomar, otros temas de que hablar y, quizás, una
excusa para reír.
Aquí
le hacemos un chiste a todo, canciones a cualquier tema, parodias a todo tipo
de personajes y en el fondo, esa es nuestra esencia, buscar la alegría y ser
felices así sea dos minutos al día.
Los
invito a levantarse cada día y agradecer por el país en el que vivimos, cada
uno desde su diario vivir puede aportar a que los problemas, sin esconder que
sean graves, tengan menos impacto en nuestras vidas. Estoy seguro de que si
cada uno hace algo pequeñito, en el mediano plazo y antes de lo que creemos,
estaremos viviendo en un país mejor.
@DiegoMorita
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