Acabo de leer el libro de Thania Vega , ¡Qué injusticia!, en el que de forma triste y conmovedora pero bella a la vez, porque lo escribe con el alma, nos cuenta lo que ha tenido que vivir tras la condena impuesta a su esposo el Coronel Alfonso Plazas Vega.
Recomiendo el libro. Es corto, digerible, fácil de entender (así como nos gusta a la mayoría de los colombianos) y permite conocer de primera mano, el lado de una historia que no aparece en los medios de información, la parte humana, la que saca a flote los sentimientos, esos intangibles, a veces, imposibles de describir.
Lo que escribe la señora Vega no es pretencioso, no busca fama, ni ser un best seller, solo quiere, como lo dice en varias oportunidades, dejarles a sus nietos la memoria histórica de este momento, que sepan lo que pasó con su abuelo y por qué una jueza lo mandó a la cárcel haciendo caso a la declaración de un testigo que nadie conoce, que nadie vio, entre otras irregularidades.
Valiente mujer es Thania Vega . Aguerrida, fiel, inteligente. Sola, ha tenido que soportar los días, semanas, meses y años que su esposo lleva preso y recibiendo humillaciones como si fuera el peor delincuente del país. Plazas Vega es un héroe y soldado de Colombia que en 1985 y cumpliendo órdenes, lideró el rescate de los rehenes en manos del M-19.
Lo que pasó en el Palacio de Justicia solo tiene una verdad que, quizás, nunca conoceremos en realidad pues la información tiene muchas fuentes: el gobierno, el Ejército, los rehenes, los medios, el M-19.
No obstante, es real que fue un atentado terrorista a Colombia y que sus autores fueron indultados y disfrutan de los beneficios que otorga vivir en la democracia más antigua de Latinoamérica, incluso gobiernan. También es real que Plazas Vega defendió el honor patrio pero fue condenado, sin ninguna prueba concluyente en su contra, a 30 años de prisión. "Leyó usted bien: 30 años de cárcel, cárcel por ¡defender la democracia, maestro!" ¡Qué injusticia!
Muchos, a pesar de todo, seguimos confiando en la justicia colombiana. No significa querer condenas para unos y libertad para otros, simplemente se pide claridad, imparcialidad y celeridad en todos los casos, no solo en los mediáticos.
Por último: los militares en Colombia son, en su mayoría, héroes por escoger esta profesión en un país de alto riesgo. A todos ellos GRACIAS por hacer lo que hacen. Ojalá el gobierno Santos recapacite en dos temas, el fuero militar y el Marco para la Paz. Lo repito: Presidente, aun está a tiempo.
@DiegoMorita
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