En esta misión de opinar, que muchos hemos emprendido, no solo desde los
medios convencionales como periódicos, televisión o radio, sino en las
redes sociales, blogs o foros en internet, existen, a mi modo de ver,
dos elementos que no debemos olvidar: la responsabilidad y el contexto.
Dice
el refrán popular “uno es esclavo de lo que dice y dueño de lo que
calla” y si se aventura a entrar al fantástico mundo de la opinión,
buscando generar un sano debate que contribuya a la construcción
permanente de la democracia, no se puede perder de vista que lo dicho te
amarra, no solo con las palabras, también con el lector que se siente
identificado con lo escrito.
No quiero cometer el error,
recurrente, de criticar la opinión de otro columnista, pero sí quiero
tomar de ejemplo lo sucedido con María Isabel Rueda y su columna
en el periódico El Tiempo del domingo 29 de julio de 2012, titulada “El
caso Piedad”. Allí se menciona, totalmente fuera de contexto el título
de mi columna “Más plomo, más plomo” y que fue recomendada en Twitter
por el expresidente Uribe.
La periodista Rueda hace una selección
de los trinos de Uribe al momento de escribir su columna, no obstante
en el caso de “Más plomo, más plomo”, no hace aclaración alguna al
lector sobre aquellas palabras, no dice que se trata del título de una
columna publicada en un periódico ese mismo día y que además hace
alusión a una frase (orden) del Presidente Santos a los generales de las
Fuerzas Militares: “Más plomo, más plomo contra las Farc”.
¿Dónde
queda entonces la responsabilidad de quien escribe? ¿Para alimentar su
columna, la periodista Rueda simplemente le echó un vistazo al Twitter
de Uribe sin tomarse unos minutos para contextualizarse? ¿Tiene más
importancia el qué se dice, sin importar lo que sea, que el cómo y por
qué se dice?
Los que cada ocho días tenemos la oportunidad de
expresar nuestra opinión, no importa en qué medio, debemos ser
responsables con lo que decimos, lo cual no quiere decir que nos
coartemos. Precisamente hoy que escribo, se ha publicado en este
periódico la columna de Juan José García Posada “Para opinar se
necesita ética”, allí dice: “…para opinar se necesita criterio ético.
Sin él, se esfumaría la responsabilidad como facultad de asumir las
consecuencias por lo dicho o lo callado y de medir los efectos de las
palabras…”.
Por último: escribir “Más plomo, más plomo” sin
contexto es peligroso. Pregúntese María Isabel, ¿cuál es el eco que
puede producir lo que usted escribe? Eso es responsabilidad ¿no?.
@DiegoMorita
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