¿Qué mejor manera de empezar el mes más esperado del año, que con una expresión democrática surgida de un grupo de ciudadanos de todo el país? ¿No es acaso la participación activa de todos los sectores de la sociedad una demostración de solidez en una nación?
Hoy 5 de diciembre (#5D en Twitter) a las siete de la noche, en varias ciudades del país se dará el primer, quizás de muchos, "Cacerolazo" al presidente Juan Manuel Santos. Hombres y mujeres de todas las edades se encontrarán para rechazar las políticas del actual gobierno y lo harán generando ruido, esperando que por esta vez un gobierno aislado del diálogo con la comunidad escuche lo que esta tiene para decirle.
En Suramérica tenemos varios antecedentes de este tipo de manifestaciones. Chile, Uruguay, Venezuela y, por supuesto, Argentina; allí los ciudadanos desde el año 1996 han realizado 16 "Cacerolazos", incluso aquel de diciembre 19 de 2001, fue el detonante para la renuncia del Presidente Fernando de la Rúa.
¿Si ha funcionado en otros países por qué no en Colombia?
No mediré el éxito de esta iniciativa por el número de personas que salgan hoy a las calles. Históricamente, Colombia no es un país que se anime a protestar. Con excepción de la marcha del 4 de febrero de 2008 en la que participaron 193 ciudades en todo el mundo y denominada "Un millón de voces contra las Farc", las protestas en el país con sentido político son muy pocas. ¿Por qué? ¿Miedo? ¿O tal vez ese pensamiento de muchos de que no importa qué se haga, en este país nada va a cambiar? En algún momento tenemos que empezar y hoy es un buen día, así que no importa la cantidad, lo relevante es la calidad y convicción de quienes participen.
El #CacerolazopaSantos (en Twitter) es una expresión pacífica de inconformidad con el actual gobierno. Sus organizadores destacan 10 puntos que los motivaron a convocar a la ciudadanía: recrudecimiento de acciones terroristas, reforma a la justicia, víctimas de las Farc, reforma pensional, ejecución de proyectos de inversión, las locomotoras que no arrancaron, reforma educativa, política agraria, el fallo de La Haya y el abandono de las denuncias por presencia de las Farc en territorio venezolano. Y faltan…
Por último: si usted se siente identificado con al menos uno de estos diez temas, tiene hoy una oportunidad única de protestar. Es el momento de trascender la comodidad de nuestro hogar y los 140 caracteres de Twitter y demostrar que realmente nos duele el país, que nuestra indignación no es selectiva y que nuestro ejercicio ciudadano es permanente y no solo cada cuatro años.
@DiegoMorita
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