Por DIEGO MORA | Publicado el 06 de marzo de 2013 El Colombiano
Hace menos de un año el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, hoy
prenominado al Premio Nobel de Paz, escribía en su cuenta de Twitter: "Ni Timochenko ni ninguno de los cabecillas de la
guerrilla van a llegar a cargos de elección popular por el Marco Jurídico para
la paz".
Este mensaje ha rodado nuevamente en la red social después de que el
pasado domingo los colombianos nos levantáramos con este titular:
"Congresistas viajan a Cuba para entregar propuesta de participación
política de Farc".
No conocemos la propuesta, todo lo que se discute y pacta en La Habana
es secreto, ni sabemos cómo se escogió a los senadores y representantes que
viajaron de manera clandestina a Cuba, comitiva encabezada por Roy Barreras e Iván
Cepeda, y no sabemos la dimensión y el alcance que la propuesta, avalada
por Santos, tenga en el futuro (cada vez más gris) de nuestro país, situación
que genera una gran incertidumbre en la sociedad.
Pero no es una sorpresa que el Presidente diga una cosa y haga otra. En
campaña prometió vehementemente continuar con las políticas de Uribe y hoy
gobierna con las ideas de los perdedores. Era el crítico número uno de Hugo Chávez y hoy lo tiene en un pedestal como
garante del proceso (situación en pausa debido a sus problemas de salud) y
hasta aseguró que el venezolano era un factor de estabilidad para la región.
En repetidas ocasiones lo hemos expresado, queremos la paz pero no a
cualquier precio. No queremos que haya olvido, que se deje a un lado la
reparación a las víctimas y que se premie a terroristas con impunidad. No
podemos permitir, que por vanidades personales, se negocie la dignidad del país
y se les permita, fácilmente, a los terroristas, dar el salto desde las
montañas de Colombia hasta el Capitolio Nacional.
El Marco Jurídico para la Paz se aprobó el mismo día en que atentaban
contra el exministroFernando Londoño. Santos
culpó a una "mano negra" de estar detrás de este crimen, hoy sabemos
que fueron las Farc quienes pagaron 1.000 millones de pesos por el atentado.
Con este acto legislativo, Santos podrá suspender la ejecución de las penas y
autorizar el cese de la persecución judicial, también podrá perdonar condenas.
¿A quién creen que perdonará? Todo está servido ¿no?
Por último: las Farc saben que a través de las urnas no llegarán a
ninguna parte por eso presionan al Gobierno con promesas. Santos, alimentado
por su ego, hará lo que sea por cumplirles, sobre todo ahora que tiene
posibilidades de ganarse el Nobel, su meta desde el principio.
@DiegoMorita
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