“Justo, Moderno y Seguro” es el país que sueña Juan Manuel Santos para los próximos cuatro años de su ejercicio presidencial. Un slogan muy bonito, ideal para Colombia y que nos pondría en un punto muy alto a nivel mundial en caso de que un día pudiéramos decir que así vivimos. Esta frase que hábilmente fue lanzada en medio de la euforia por la elección de un papa argentino, es parecida (por no decir copiada) a la de un candidato peruano, asesorado por JJ Rendón, que buscaba un Perú “Justo, Moderno y Solidario”.
Tenemos muy claro que nuestro presidente actual es vanidoso y está obsesionado con su imagen. Gobierna por y para la encuestas (motivo por el cual cada día desciende más en ellas) y está empeñado en pasar a la historia de Colombia por algo. Su apuesta número uno es el proceso de “diálogo” en La Habana (este no avanza como él espera por eso cada día hay nuevas jugadas para lograr algo, que se firme cualquier cosa para tener que mostrar). Su segunda apuesta (que también parece la primera) es acabar con la imagen del ex presidente Uribe, su opositor más fuerte y el cual, Santos esto lo sabe muy bien, con su fuerza política y un buen candidato a la presidencia es el único con posibilidad de ganarle las elecciones en mayo de 2014.
Concentrado en fortalecer una estrategia de comunicaciones que le permita mostrar efectivamente los logros del gobierno, Santos contrató un nuevo asesor que se encargue del tema y que tiene la difícil misión (diría imposible como la película de Tom Cruise) de acercar al Presidente con los ciudadanos (esos que han estado abandonados por más de dos años) y de contarles todo lo que se ha hecho por ellos. Difícil, muy difícil.
Arranca entonces esta nueva etapa, camino a la reelección, intentando posicionar un nuevo slogan. Y es que como ese que decía “Estamos cumpliendo” no caló, porque nunca pudimos ver en qué nos estaba cumpliendo (teniendo en cuenta que las promesas de campaña con las que logró arrasar en las elecciones de 2010 y las ejecuciones son distintas), se necesitaba uno nuevo. Y es que Santos nos prometió más seguridad y hoy tenemos una “negociación” con el terrorismo mientras el país continúa desangrándose, ¿eso es cumplir? Santos nos prometió continuar con las políticas exitosas de Uribe y hoy gobierna con las ideas de quienes perdieron las elecciones, ¿eso es cumplir?
Y la “Prosperidad para todos” terminó siendo un divertido chascarrillo y se convirtió en “prosperidad para pocos” (por no decir para las Farc), porque precisamente uno de los grandes errores de Santos fue olvidarse del resto del país por ocuparse de La Habana. Incumpliendo la promesa (en eso es experto) de que el proceso no desvelaría al gobierno, hemos visto en los últimos seis meses como toda la atención del Estado se dirige hacia ese objetivo, sin que eso, hasta el momento, represente logros significativos. Así que por el lado de la prosperidad tampoco fue.
Epilogo: Cien mil casas (han entregado poco más de cinco mil), tabletas para los estudiantes (en lugares sin conectividad), locomotora minera sin arrancar, cero obras importantes de infraestructura, la reforma a la salud cada día más enferma, la reforma pensional cada día más añeja, la reforma a la educación cada día más analfabeta, la reforma a la justicia cada día más injusta y con toda esta evidencia (después de culpar a Uribe y sus seguidores por todo lo malo que pasa en el país) seguramente desde Palacio, nos dirán que: “Estamos Cumpliendo en ofrecer Prosperidad para todos y vamos camino a tener un país Justo, Moderno y Seguro”, eso sí, solo si vamos de la mano y “Unidos con Juan Manuel”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Sígueme en Twitter @DiegoMorita