No entiendo las motivaciones que puede tener una persona para ordenar asesinar a otra, desmembrarla, meterla en una maleta y abandonarla en la calle.
Tampoco a quien planea un crimen contra una mujer y al decidir la forma de cometerlo opta por utilizar ácido.
Jamás podré justificar a aquellos que eligieron el mal como estilo de vida. No hay una sola razón que pueda aceptar como motivación para robar, extorsionar, secuestrar, asesinar, desmembrar, degollar, instalar minas antipersona o hacer estallar un burro, una moto o un carro bomba. Una decisión es la que separa a una buena de una mala persona, un instante, solo un sí o un no.
Todos los que hoy en el mundo han escogido el crimen como forma de vida pudieron elegir otro camino. La falta de oportunidades, argumento que se ha puesto de moda entre los que intentan justificar aquello que no tiene justificación, no puede ser la razón para que el joven (por muy pobre que sea) decida delinquir en vez de estudiar o trabajar honestamente.
"Si es por falta de oportunidades Haití sería 50 veces más violento que Colombia". Esta afirmación la hace el concejal de Medellín Juan Felipe Campuzano. El país ubicado en las Antillas registra un porcentaje de pobreza en el 77 % de su población, estimada en poco más de diez millones. No obstante, su tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es de 6.9, una de las más bajas, no solo de Latinoamérica, sino del mundo.
Colombia tiene un índice de pobreza del 30,6 % y su tasa de homicidios es de 38 por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del mundo. Medellín registra 50 homicidios por cada 100 mil habitantes, una ciudad con solo dos millones y medio de ciudadanos.
Tiene razón el concejal, no son falta de oportunidades, es una elección de vida (o muerte) y que infortunadamente se convirtió en algo cultural.
Hoy el país está conmocionado. Natalia Ponce está en cuidados intensivos porque fue atacada con ácido. Tiene el 37 % del cuerpo con quemaduras y puede perder un ojo. El año pasado en Bogotá hubo 24 ataques con químicos contra mujeres.
Por otro lado ya son 10 las personas encontradas desmembradas en Buenaventura este año y 10 las mujeres que han sido asesinadas. Esto por citar dos ejemplos de la coyuntura colombiana que nos pone de frente a un crimen desalmado, que perdió los escrúpulos y que tiene a nuestra sociedad enferma y a punto de agonizar.
Por último: a pesar de todo y puede sonar a exceso de optimismo, al final del día los que optamos por la legalidad dormimos tranquilos, algo que los criminales, en su vida, no volverán a sentir.
@DiegoMorita
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