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jueves, 1 de mayo de 2014

Apatía

Por DIEGO MORA | Publicado el 30 de abril de 2014 El Colombiano


Es preocupante que un 11 % de los encuestados en una reciente medición electoral, responda no conocer al presidente de la República Juan Manuel Santos. Me sorprende el porcentaje más allá del personaje, le tocó a él, pero sería igual de alarmante si fuera Uribe, Pastrana o el mismísimo Samper.

¿Por qué? Porque se ratifica la falta de cultura política que tiene el país. De una encuesta de 1.200 personas que 132 digan no conocer a quien lleva, en este caso, tres años y medio gobernándolos es un absurdo.

La apatía política es peligrosa. Logra que los colombianos no le presten atención a lo que sucede cada cuatro años en materia electoral y opten por: votar por el que le dicen, votar por el que va a ganar o la peor de todas, no votar. Eso sí, sin dejar de lado esa abominable práctica de vender el voto al mejor postor. Miles de colombianos viven desprendidos (¿conformes?) de lo que pasa en política y solo reaccionan cuando se ven directamente afectados. ¡Grave error… porque la ciudadanía debe estar siempre activa, no solo cuando le conviene. 

La decepción (legítimamente adquirida) que ha generado la clase política en Colombia a través de la historia es infinita. Creerle cada cuatro años a un nuevo candidato a cualquier cargo de elección popular es un verdadero acto de fe. Como decía Lincoln: "Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo" y los colombianos ya no creen, no se dejan engatusar del político de turno. Pero una cosa es evitar el engaño y otra desentenderse de la realidad y darle la espalda a la democracia.

Apatía significa, según la RAE 1. Impasibilidad del ánimo. 2. Dejadez, indolencia, falta de vigor o energía. ¿Cómo podríamos definir mejor el sentimiento del país al acercarse una nueva elección? Aparte de escuchar las mismas propuestas siempre está presente la posibilidad de que aquel candidato salga igual de malo a sus predecesores y eso asusta, le quita fuerza al espíritu.

Pero no se debe desfallecer, tarde o temprano esto cambiará y no serán los políticos tradicionales los que logren algo, será el pueblo, hoy apático, el que consiga darle un rumbo nuevo al país. ¿Cuándo? El día que entienda que su rechazo no perjudica tanto al gobernante como a él mismo. En ese momento empezará una nueva etapa democrática en Colombia.

Por último: con seguridad todos los colombianos saben quién es el arquero de la selección, así mismo deberían saber quien los gobierna, porque el segundo también sale en televisión y mucho, mucho más que el primero.


@DiegoMorita

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/A/apatia/apatia.asp

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