Tengo un Iphone 5s. Antes tuve un
Iphone 5 y antes un 4. Previamente a entrar al mundo Apple tuve un Blackberry
Torch y antes de ese, el que fuera mi primer teléfono inteligente: un
Blackberry 8320. De eso ya han pasado 4 años.
Queda claro que me gustan estos
teléfonos. Sirven para estar conectado todo el tiempo, revisar el correo
electrónico, Twitter, Facebook, Instagram, Whatsapp, tomar fotos y claro, para
hacer y recibir una que otra llamada, sobre todo cuando se acerca la fecha de
corte y uno se da cuenta de que le quedan muchos minutos del plan, porque, hoy, es más fácil escribir un chat que marcar y hablar.
Gracias a estos aparatos se han
logrado tomar fotos y videos que sirven para hacer denuncias, para reportar
accidentes, el tráfico pesado, etc. Son multipropósito.
¿Pero qué tanto abusamos de estos
aparatos dejando de lado la lógica actuación humana ante un suceso inesperado?
Hoy escribo esto porque casualmente vi dos videos que me causaron impacto y me
pusieron a pensar en el tema. El primero fue el del bus incendiándose en
Fundación – Magdalena y en el que trágicamente perdieron la vida, hasta el
momento, 33 niños y 28 más están heridos. El segundo video fue grabado en
Sabaneta – Antioquia y muestra la agresión a la que fue sometido un hombre
mayor por dos empleados de un restaurante.
¿Qué tienen en común los dos
videos? Fueron grabados con celulares que ahora es muy
fácil adquirir y no son exclusivos de ningún estrato alto, como al principio
cuando llegaron al país y sus precios estaban orientados al señor Ardila Lule y
al señor Sarmiento Angulo. Ok, exagero un poco.
¿Qué pasaría si en vez de grabar
un video del bus incendiándose o de la agresión a esta persona mayor, el dueño
del teléfono inteligente (creo que lo de inteligente se debe a que embrutece un
poco a su poseedor) busca la manera de ayudar a que los niños salgan del bus en
llamas o socorre al señor agredido?
Sí, sé que vivimos con miedo, no
sabemos qué pueda pasar en un caso como el del bus incinerándose, tal vez
estalle y resultemos heridos. O sí ayudamos al señor puede que los agresores la
emprendan con nosotros y nos ganemos un problema que no es nuestro.
Lo mismo pasa cuando alguien
capta un atraco o una violación de la Ley, la mayoría no interviene
porque nos da miedo que ese ladrón esté armado y nos pueda herir o asesinar. Sé
y reconozco que pensamos primero en nosotros, segundo en nosotros y tercero,
también en nosotros.
¿Pero qué haríamos si no
tuviéramos ese celular inteligente? Imposible suponer, pero quizás, antes de
huir, de alejarnos del peligro, buscaríamos la manera de ayudar, de hacer algo.
Por cierto, por qué en vez de grabar o tomar una foto, no utilizamos el
teléfono para llamar a la policía o a los bomberos?
Inmediatez, exposición,
reconocimiento. Quizás sea eso lo que busca una persona cuando elige grabar un
video o tomar una foto con su teléfono. Ya sabemos que los noticieros tienen
secciones en las que replican estas piezas de “periodismo ciudadano” y que son
muy válidas, de alguna manera esto también es responsabilidad, pero ojalá que
eso no impida ayudar primero y después pensar en el Cazanoticias o en el Ojo
Ciudadano. Supongo que también existen los que piensan que dejando evidencia
audiovisual de un evento importante podrán contribuir con una posterior
investigación o algo por el estilo. Supongo…
Los smartphones hacen parte de
nuestra vida, es difícil vivir sin ellos después de que te han atrapado, sin
embargo no debemos perder el foco y entender que antes que camarógrafos somos
personas con una responsabilidad innata de ayudar al prójimo, es nuestra
elección hacerlo o no, ojalá que siempre, siempre, optemos por el bien común y
no por el propio.
@DiegoMorita
PS: si alguien quiere ver los
videos a los que me refiero, puede hacer una sencilla búsqueda en Google y
fácilmente los encontrará.
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