Andrés Sepúlveda es uno de los personajes más famosos de los últimos meses en Colombia. No se destaca por ser un gran deportista, un artista, un emprendedor o un caritativo hombre que dona su dinero a los más pobres; es un supuesto “hacker” de quien se ha dicho (porque él lo reconoce) que tenía capacidad para interceptar aviones de Estados Unidos, destruir personajes de la vida pública e incluso acabar con el proceso de diálogo que adelanta el gobierno Santos con las Farc.
La campaña a la presidencia de Óscar Iván Zuluaga, encabezada en esa época por Luis Alfonso Hoyos, se ha visto enlodada por las acusaciones que hace Sepúlveda en las múltiples entrevistas que ha concedido a los medios (con permiso del Fiscal Montealegre) y que ha aprovechado para tirar al agua a esta campaña, de la que dice lo contrató, entre otras cosas, para desprestigiar el proceso de La Habana.
No se hicieron esperar las reacciones de los implicados que lo han negado todo y que acusan al gobierno Santos de crear una cortina de humo con este caso. En parte comparto con ellos esta posición, pues cada una de las declaraciones de Sepúlveda es más fantástica que la anterior. No obstante, más que negarlo todo y decir que Sepúlveda es un mitómano y que trabajaba para JJ Rendón, entre otras cosas, lo que muchos esperamos es que demuestren con claridad cuál era la relación entre la campaña y la oficina del “hacker”. Sí, necesitamos claridad y no medias tintas como las del video aquel con el que todo esto comenzó.
Por otro lado está el gobierno Santos dejando clara su posición y expresando que todo este caso no es más que una empresa criminal. Preocupante posición de un gobierno que ya ha demostrado controlar o tener como su mejor aliado al Fiscal que ha mediatizado el tema y que parece estar enviando señales a sus contradictores.
El hecho es que Andrés Sepúlveda dista mucho del concepto de hacker (los invito a buscar esta definición), pero está muy claro que ha delinquido, que le pagaron por ello y que debe responder ante las autoridades. No le creo todo lo que dice, creo que buena parte es una construcción mental que hizo para intentar salvar su pellejo, aunque también creo que no en todo miente, específicamente en lo que al exvicepresidente Francisco Santos se refiere.
Dijo Sepúlveda: “Pacho Santos era el peor enemigo de Zuluaga al inicio de la campaña y fue a quien más campaña sucia le hicimos”. La afirmación, como tal, no es ningún descubrimiento, pues es claro que para febrero de 2013 cuando el exvicepresidente decidió lanzarse por la candidatura a la presidencia del naciente Centro Democrático, a Zuluaga se le oscureció el panorama, se le complicó el camino, libre, que tenía hasta el momento. No quiero decir que el exministro de Hacienda le ordenara a Sepúlveda implementar acciones para desprestigiar a Santos, pero sí queda claro que la oficina del “hacker” lo hizo (las pruebas ya son de conocimiento público, incluso son las pocas claras y contundentes que se conocen) y la información que se recolectó al “chuzar” a todo el equipo de campaña a alguna parte iba a parar. Así que blanco es, gallina lo pone y frito se come.
Por último: en este caso falta mucha tela por cortar. Quisiera ver a la Fiscalía demostrando que todo lo que Andrés Sepúlveda les ha dicho es verdad y que tienen tantas pruebas como afirman. También quisiera los acusados del “hacker”, más allá de decir que es un mentiroso, un vendido y mil cosas más, mostrándole al país cuánto le pagaron por sus servicios con sus respectivos soportes. Fácil, es cuestión de voluntad.
@DiegoMorita
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/E/el_hacker/el_hacker.asp