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jueves, 30 de julio de 2015

Partidos sin-vergüenza

COLUMNISTA

DIEGO MORA ARIZA


       PUBLICADO EL 29 DE 
JULIO DE 2015 
http://www.elcolombiano.com/

No había comenzado la campaña electoral y los escándalos y malas prácticas políticas en los diferentes partidos ya eran los protagonistas, no los candidatos o las propuestas, sino el desprecio total por la palabra, por la lealtad. Y aunque esto se repite cada cuatro años, porque nuestros políticos actúan así por naturaleza, eso no significa que debamos acostumbrarnos a ello y hacer de cuenta que nada pasa.
Quiero llamar la atención sobre tres casos que reflejan el proceder de los partidos y que realmente no tienen explicación válida, por muchos argumentos que esgriman sus líderes. Eso sí, cada cual en su análisis político (si lo hace) tendrá en cuenta esto y tomará una decisión en consecuencia.
Liliana Rendón renunció al Senado de la República para hacer campaña a favor del Centro Democrático. Recorrió Antioquia buscando votos para las listas de su partido, en el cual se inscribió y desde el cual anunció su intención de ser candidata a la Gobernación de Antioquia. Allí le pusieron unas reglas y todas las cumplió, establecieron un proceso para determinar la candidatura y lo siguió paso a paso, ganando con contundencia, a través de una encuesta, el aval requerido. Una semana antes le notificaron a través de una carta (viernes en la tarde y lunes festivo incluido) que su candidatura no sería tenida en cuenta.
Lo que le hicieron ya se venía fraguando días atrás por un sector del partido que no quería a Liliana como candidata, así que hicieron de todo por bajarla de la contienda, sin importar el mensaje equivocado que envían a la opinión pública y la incoherencia de sus posturas, teniendo en cuenta todo aquello que predican pero, queda claro, no aplican.
No contentos con lo anterior, el mismo viernes pero en horas de la mañana, y cuando pretendía inscribir su nombre en la lista cerrada al Concejo de Medellín, a Nicolás López, le quitaron el aval. A él no le mandaron una carta, ni le dijeron nada antes, simplemente en la Registraduría le informaron la decisión. López, que fuera Secretario de Minas de Luis Alfredo Ramos y cercano a Liliana, lo asumió con altura y dijo que se retiraba por motivos personales, pero es muy claro por qué el Centro Democrático ha procedido de una forma tan equivocada.
Miguel Andrés Quintero, actualmente concejal de Medellín por el partido Verde, fue el más votado de su colectividad hace cuatro años. Al llegar a inscribirse nuevamente como candidato, se entera de que ya no será el número uno sino el dos. Su indignación es tal que decide renunciar a su aspiración y a la colectividad, ya que en un acuerdo realizado con anterioridad él mantendría este número en el tarjetón y no Jaime Cuartas a quien se lo han asignado. El Partido Verde desde su creación predica procederes transparentes, enmarcados en la ética y el respeto por la democracia. Claramente en lo que hicieron con Quintero, nada de esto se ve.
Por último: tres casos en dos partidos y hay muchos más en los otros. Ninguno se salva, ni la izquierda, ni el centro ni la derecha; la decisión del próximo 25 de octubre no será fácil, pero habrá que tomarla con mucha inteligencia.
@DiegoMorita

jueves, 23 de julio de 2015

Política analítica

COLUMNISTA

DIEGO MORA ARIZA


       PUBLICADO EL 22 DE 
JULIO DE 2015 
http://www.elcolombiano.com/

Se realizó en Medellín el pasado jueves 16 de julio, el Encuentro Internacional de Estrategia política, organizado por el Centro de Análisis y Entrenamiento Político –CAEP- , la Fundación Konrad Adenauer y el National Democratic Institute –NDI-.
Más que resaltar las buenas conferencias que nos ofrecieron los invitados, Carlos Fara de Argentina, Héctor Muñoz de México, Carmen Fernández de Venezuela y Carlos Andrés Pérez, director del CAEP, por Colombia, quiero subrayar uno de los objetivos del encuentro y es el de acercar la política a la gente. En un país tan apático a participar activamente en los procesos políticos, con un abstencionismo superior al cincuenta por ciento y con personas que no sienten ningún remordimiento por comprar o vender un voto, este tipo de eventos se hacen necesarios y muy enriquecedores.
Y es que si fuéramos más analíticos, por ejemplo, para dar nuestro voto, con seguridad nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza. Equivocarse no debería ser una opción y menos ahora que es tan fácil obtener información desde diferentes fuentes que contribuyan a generar una opinión y actuar en consecuencia.
Las elecciones que se avecinan serán especialmente movidas. Tantas cosas están pasando con los avales que otorgan los partidos, que ya en la W Radio, tienen una sección llamada “La feria del aval”. Candidatos buscando en cualquier partido que les firmen un documento con el cual poder inscribirse. Partidos apoyando a candidatos que hacen parte de colectividades a las que hace un par de meses no bajaban de corruptas y enmermeladas. Partidos quitando avales sin explicación y solo por desquite.
¿Cuántos ciudadanos que el próximo 25 de octubre saldrá a votar están al tanto de todo lo que sucede previo al inicio de la campaña electoral y mientras dura? ¿Cuántos entienden que un candidato a equis cargo, que luchó honestamente por quedar en una lista, no pueda inscribirse porque minutos antes le dicen que no lo quieren en la lista”? ¿Cuántos de quienes están al tanto y entienden lo que pasa, tomarán una decisión basado en ello y cuántos lo olvidarán rápido y votarán por el partido del gamonal o por quien le dicen?
Con seguridad, si los políticos en Colombia supieran que los ciudadanos a quienes intentan cautivar son analíticos, se cuestionan permanentemente y no tragan entero, harían un esfuerzo mayor para ser mejores y por ende contribuirían a que la política fuera percibida de manera diferente.
Porque es muy común escuchar frases como: “la política es cochina”, “la política solo sirve para robar”, “la política es para unos pocos”. Y esto se ha arraigado en el imaginario de la sociedad que opta entonces por no creer y como no sienten interés entonces no participan o simplemente regalan el voto. Y la política no es la mala, los malos son quienes se dedican a ella con la intención de satisfacer sus ansias de poder o para enriquecerse y de ese tipo de políticos está lleno nuestro país, por eso, aunque suene a cliché, estamos como estamos.
Por último: acercarnos cada vez más a la política es un deber que tenemos, darle la oportunidad a nuevas figuras, a nuevos liderazgos que se ganen a pulso su lugar en el escenario público. Analizar, cuestionar, preguntar y contrapreguntar es un ejercicio más que necesario en este proceso electoral que se avecina, no tragar entero es una obligación porque si lo seguimos haciendo con seguridad continuaremos indigestándonos con los políticos que le siguen haciendo daño a la política.
@DiegoMorita

jueves, 16 de julio de 2015

El aval de Liliana Rendón

COLUMNISTA

DIEGO MORA ARIZA


       PUBLICADO EL 15 DE 
JULIO DE 2015 
http://www.elcolombiano.com/

Empezaré diciendo que aun no decido por quién votaré a la Gobernación de Antioquia ni a la Alcaldía de Medellín, y es obvio, pues no ha empezado la campaña y no se conocen realmente las propuestas de los candidatos, es más, todavía no se sabe a ciencia cierta quiénes serán los que tomen la partida ni mucho menos, los que llegarán hasta el final.
Sin embargo, como amante de la política y un convencido de que el voto debe darse a conciencia, estoy en constante análisis de lo que hacen aquellas personas que han mostrado su interés en aspirar a estos dos cargos (ya escribí en este mismo espacio sobre ellos: Los que quieren gobernar Medellín y Los que quieren gobernar Antioquia), pues me parece un ejercicio que cada uno debe hacer para tener bases sólidas que le sirvan en la toma de una decisión correcta.
Por lo anterior, debo expresar que es muy preocupante lo que está pasando con la candidatura de Liliana Rendón a la Gobernación de Antioquia por el Centro Democrático, cuyo aval el partido no le ha dado a pesar de que ella respetó las reglas de juego que se estipularon para definir al candidato (competía con Andrés Guerra) y ganó en franca lid, y por amplio margen, la encuesta que esa colectividad contrató.
Al día de hoy la candidatura de Rendón está embolatada. Después de las informaciones que se dieron a conocer en los medios y en las cuales habría presión por parte del GEA para que el Centro Democrático no le otorgara el aval, también se conoció un video en el que entrevistan al expresidente Uribe y le preguntan por esta candidatura, él guarda un incómodo silencio y procede a responder solo por el aval a Juan Carlos Vélez, su candidato a la Alcaldía de Medellín.
Días después, precisamente en la inscripción de Vélez y a la salida de la Registraduría, le preguntaron por la fórmula a la Gobernación y respondió: “siguiente pregunta”, lo cual generó las carcajadas de los presentes.
La verdad, no entiendo este proceder. Si no querían que Liliana Rendón fuera candidata, ¿por qué no lo dejaron claro desde el principio, antes de que ella surtiera todos los procesos y resultara ganadora clara y sin ninguna duda? ¿Por qué esperar hasta los últimos días para mandar una carta firmada por senadores y representantes del CD (uno de ellos que incluso la asesoraba y recibía honorarios de su parte) y mostrar un desapego total a las reglas del juego ya estipuladas? ¿Por qué sacarle en cara a Rendón que no apoyó la segunda reelección de Uribe y asegurar que eso la vuelve “antiuribista” por lo cual hoy no puede representar a su partido? ¿Por qué olvidar, por ejemplo, que el expresidente y Fabio Valencia Cossio fueron enemigos políticos, que el primero en las elecciones a la gobernación en 1994 le lanzó un puñetazo al segundo, y que este fue uno de sus mayores opositores en el Congreso, sobre todo en el tema de las Convivir, pero ahora Cossio es pieza clave en el CD?
Por último: es muy posible que para todas estas preguntas, quienes no desean el aval para Rendón, tengan una respuesta; sin embargo deberían entender que el espectáculo que están dando con el tema los deja muy mal parados y al partido con pocas opciones de pelear la Gobernación, precisamente a una colectividad que surgió con vocación de poder. Ojalá lo entendieran, el problema es quizás que están muy ciegos para ver sus propios errores.
@DiegoMorita

jueves, 9 de julio de 2015

El arte de la política

COLUMNISTA

DIEGO MORA ARIZA


       PUBLICADO EL 08 DE
 JULIO DE 2015 
http://www.elcolombiano.com/

La coherencia debería ser un valor inamovible de aquellas personas que se dedican al arte de la política. Pensar, y actuar de acuerdo a ello, tendría que ser una obligación, algo natural, que fluya sin problemas.
Y es que hacer política debería ser una vocación y no un escape o un medio para conseguir dinero. Así como alguien estudia cinco años para poder construir edificios o para dedicarse a llevar procesos penales, quien desee hacer de la política su profesión, debería cumplir con unos requisitos mínimos y no solo ser natural del país o tener cierta cantidad de años.
Ahora que se acercan las elecciones regionales, estamos siendo testigos de cualquier cantidad de situaciones que tienen que llamarnos la atención y llevarnos a la acción, porque no podemos seguir permitiendo que en Colombia pase de todo pero no pase nada. Cada una de las actuaciones de los partidos políticos y de sus representantes debemos mirarlas con lupa y con base en ellas ser capaces de tomar una decisión.
Los ciudadanos tenemos una obligación mayor a la que tienen los políticos, en nuestras manos están las decisiones y ellas deben basarse en nuestras creencias y además, en el comportamiento de quienes nos piden el voto. La lealtad a los partidos es importante pero esta no debe confundirse con ser ciego ante lo que, en la colectividad que nos gusta, sucede. Debemos tener el criterio suficiente para reconocer cuando las personas que admiramos se equivocan y tenerlo en cuenta al momento de estar en las urnas.
Todas estas malas jugadas, interpretaciones amañadas de estatutos y viejas prácticas politiqueras (esas mismas que tanto critican quienes más las usan) tienen que llamar nuestra atención y servir de insumo para evaluar a aquella persona que nos pide apoyo, sus calidades y cualidades, porque no podemos seguir votando por una imagen o por un recuerdo. La política es del presente, el pasado no va a regresar a solucionarnos los problemas.
En Colombia necesitamos cambiar nuestros hábitos políticos, ser analíticos en época electoral, cuestionar a los candidatos, medir su nivel de conocimiento. Deberíamos estar en la capacidad de reconocer al politiquero que aparece solo cada cuatro años y cuyas promesas son imposibles de cumplir y a aquel que tiene de la política su mejor arma para cambiar a la sociedad, que la usa para servir y no para servirse.
Es difícil, muy difícil. Colombia es atípica en casi todo y la política ocupa uno de los primeros lugares. Aquí se vota por el candidato que va a ganar, por el que más afiches pega o por el que más caro paga el voto. En octubre, seguro muchos votarán por el que hizo más alianzas (no importa con quién), por el que cambió de ideología sobre la marcha para subir en las encuestas o por el candidato que el gamonal del pueblo les impuso. Esa fue, es y será nuestra política hasta que decidamos cambiarla.
Por último: hay que evaluar a los partidos políticos y a sus candidatos, analizar quiénes son y por qué están allí, cuáles son sus méritos. Preguntarnos: ¿cómo llegó a ese lugar, se lo ganó o es hijo de alguien importante? ¿Qué ofrece y qué tanto lo necesitamos? Las elecciones deberían ser un espacio de reflexión ciudadana que nos lleve a tomar las mejores decisiones. Cuestión de cada uno, cuestión de todos.
@DiegoMorita

jueves, 2 de julio de 2015

El periodismo como debe ser

COLUMNISTA

DIEGO MORA ARIZA


       PUBLICADO EL 01 D
E JULIO DE 2015 
http://www.elcolombiano.com/

Le hacía falta a Colombia que surgiera una figura capaz de cambiar la forma de hacer y ver el periodismo, que no sintiera temor de arriesgarse y meterse, realmente, en los zapatos del otro, en la piel del tema y contarnos en pocos minutos qué y cómo se siente estar ahí, en el centro de la información, pero no como un espectador más si no como parte fundamental del relato.
Diana Salinas en pocos meses ha logrado impactar con sus historias en el programa, del Canal RCN, 4 caminos. Ella, y sus 200 horas de periodismo de inmersión, nos cuenta los otros hechos y sin importar que entre ellos y nosotros medie un televisor, logra hacernos sentir miedo, tristeza, rabia, impotencia. Y es que verla sumergida a 150 metros en una mina de carbón, rodando por Bogotá en una silla de ruedas, en Buenaventura entre lo que fueron algunas “casa de pique” o fungiendo como partera, inevitablemente te mueve el corazón y te arruga el alma. ¡Ese es el periodismo como debe ser!
Diana, en una palabra, es pasión tal y como ella misma se define. Cuando no está en sus 200 horas, comparte con su esposo, lee y se toma un café. Ella, que en sus informes sale tal cual es, con su cara natural y su cabello algo reblujado, guarda en su memoria, como mejor recuerdo de la infancia (hoy quizás siga siendo una niña, un poco más grande, pero con esa capacidad de no perder el asombro) a su padre y a su madre llevándola al jardín infantil en una Monareta, con seguridad en aquellos paseos ya aprovechaba para observar el entorno, esa capacidad que deben tener los buenos periodistas.
Estudió periodismo porque quería comprender mejor a la humanidad, y vaya tarea la que se ha puesto, por eso tal vez la necesidad de sumergirse en su trabajo de una manera tal, que para contar una buena historia requiera vivir en carne propia lo que va a contar, pues no encuentra otra manera más precisa y cercana a la realidad para hacerlo. Sus 200 horas entre marihuana, causó algo de polémica –y cómo no si vivimos en el país que se escandaliza por todo-, pero nos llevó en su “viaje” por los recónditos lugares que genera su consumo lo cual, considero, dejó un mensaje más que positivo.
Diana cree en la vida y eso demuestra su humanidad, esa que es imprescindible para hacer un buen trabajo. Cuando sea grande, quiere tener su propio programa pero cuando sea más grande aun, quiere dirigir un noticiero o su propia sección de investigación.
Hoy, siembra las semillas para conseguir sus metas y se gana con creces cada reconocimiento que le hacemos sus fieles televidentes a través de las redes sociales y estoy seguro de que por otros medios también los elogios, más que merecidos, le llegan por montones. Ella los asumirá como una responsabilidad mayor para entregar cada día lo mejor y para seguir mostrando ese otro lado de los hechos que no sale en los medios.
Por último: Diana, representa la forma de hacer periodismo tal y como se debe, sin más pretensiones que vivir para contar lo que siente. Gracias a ella, muchos esperamos cada domingo su informe y de alguna manera vivimos y sentimos lo que vemos. ¡Enhorabuena Colombia por la niña Salinas!
@DiegoMorita

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