COLUMNISTA
DIEGO MORA ARIZA
PUBLICADO EL 29 DE
JULIO DE 2015
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No había comenzado la campaña electoral y los escándalos y malas prácticas políticas en los diferentes partidos ya eran los protagonistas, no los candidatos o las propuestas, sino el desprecio total por la palabra, por la lealtad. Y aunque esto se repite cada cuatro años, porque nuestros políticos actúan así por naturaleza, eso no significa que debamos acostumbrarnos a ello y hacer de cuenta que nada pasa.
Quiero llamar la atención sobre tres casos que reflejan el proceder de los partidos y que realmente no tienen explicación válida, por muchos argumentos que esgriman sus líderes. Eso sí, cada cual en su análisis político (si lo hace) tendrá en cuenta esto y tomará una decisión en consecuencia.
Liliana Rendón renunció al Senado de la República para hacer campaña a favor del Centro Democrático. Recorrió Antioquia buscando votos para las listas de su partido, en el cual se inscribió y desde el cual anunció su intención de ser candidata a la Gobernación de Antioquia. Allí le pusieron unas reglas y todas las cumplió, establecieron un proceso para determinar la candidatura y lo siguió paso a paso, ganando con contundencia, a través de una encuesta, el aval requerido. Una semana antes le notificaron a través de una carta (viernes en la tarde y lunes festivo incluido) que su candidatura no sería tenida en cuenta.
Lo que le hicieron ya se venía fraguando días atrás por un sector del partido que no quería a Liliana como candidata, así que hicieron de todo por bajarla de la contienda, sin importar el mensaje equivocado que envían a la opinión pública y la incoherencia de sus posturas, teniendo en cuenta todo aquello que predican pero, queda claro, no aplican.
No contentos con lo anterior, el mismo viernes pero en horas de la mañana, y cuando pretendía inscribir su nombre en la lista cerrada al Concejo de Medellín, a Nicolás López, le quitaron el aval. A él no le mandaron una carta, ni le dijeron nada antes, simplemente en la Registraduría le informaron la decisión. López, que fuera Secretario de Minas de Luis Alfredo Ramos y cercano a Liliana, lo asumió con altura y dijo que se retiraba por motivos personales, pero es muy claro por qué el Centro Democrático ha procedido de una forma tan equivocada.
Miguel Andrés Quintero, actualmente concejal de Medellín por el partido Verde, fue el más votado de su colectividad hace cuatro años. Al llegar a inscribirse nuevamente como candidato, se entera de que ya no será el número uno sino el dos. Su indignación es tal que decide renunciar a su aspiración y a la colectividad, ya que en un acuerdo realizado con anterioridad él mantendría este número en el tarjetón y no Jaime Cuartas a quien se lo han asignado. El Partido Verde desde su creación predica procederes transparentes, enmarcados en la ética y el respeto por la democracia. Claramente en lo que hicieron con Quintero, nada de esto se ve.
Por último: tres casos en dos partidos y hay muchos más en los otros. Ninguno se salva, ni la izquierda, ni el centro ni la derecha; la decisión del próximo 25 de octubre no será fácil, pero habrá que tomarla con mucha inteligencia.
@DiegoMorita