El viernes 8 de mayo, el periódico El Espectador de Colombia, publicó su editorial titulada “Una cachetada de Presidencia a los colombianos” que puede leerse aquí: https://bit.ly/3ch9uB2
Al final dicen ¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a elespectadoropinion@gmail.com. Eso hice, pero mi pesimismo indica que no será publicada y por eso la pongo por acá.
____________
Duque pone la otra mejilla
El funcionamiento del Estado no se puede detener. Ni con un virus mortal circulando, ni con terroristas acabando poblaciones, ni con narcotraficantes poniendo bombas en aviones. El Estado debe continuar con su función en época de vacas flacas o gordas. ¿Qué sería de nosotros los ciudadanos si esto no fuera así?
El gobierno de Iván Duque, a pesar de lo que dicen las últimas encuestas, continúa en su acumulado con una baja popularidad. Es normal que en época de crisis haya unión y se arrope a quienes deben guiarnos en este duro camino que ha sido, es y será superar la crisis producida por el COVID-19. Pero, para algunos, es imperdonable que Duque, el 8 de agosto de 2018, no hubiera solucionado los problemas estructurales del país, esos mismos que vienen de décadas en las que los gobiernos de turno miraron para otro lado y no hicieron nada. Y es tan imperdonable, que estratégicamente impulsaron y llevaron a la calle a los estudiantes, sindicatos y sectores de izquierda. Hoy, en medio de esta crisis que no sabemos cuándo acabará, ya algunos hablan de salir de nuevo a protestar. ¡Ni modo, esa es la democracia!
Ese acumulado bajo es lo que de entrada crucifica cualquier decisión del gobierno y aquí dejo por fuera el manejo de la pandemia. $10 mil millones para comprar camionetas parece que es mucho y un gasto innecesario en este momento. Pero si la decisión se hubiera tomado hace un año o a mediados del próximo, igual habría generado polémica. Aquí el problema, para la oposición, no es la compra ni los recursos sino quién la ordena.
Por otro lado, un contrato de $3.350 millones para la “definición e implementación de la estrategia de imagen y posicionamiento online del presidente”, es muy poca plata para armar semejante escándalo. O acaso cuánto gastan Bogotá o Medellín en lo mismo. Tal vez los objetos no sean iguales, pero sí los alcances. Cada gobernante necesita estar vigente y comunicar (la mayoría solo informa) su gestión. Si no se muestra es porque no se hizo y más en Colombia, en donde los ciudadanos poco consumen comunicación pública, entonces toca “a las malas” hacer llegar el mensaje ya sea por los canales tradicionales o por las redes sociales. Ah y no puedo dejar de lado que cualquier gasto en comunicaciones tendrá quienes lo critiquen, porque siempre parecerá innecesario. ¡Cómo si no fuera fundamental para cada cosa que hacemos en nuestra vida tener un buen proceso de comunicaciones! Los que nos dedicamos a esto tenemos todos los días que reivindicar la profesión, tarea nada fácil pero que siempre será apasionante.
De nuevo, juega en contra del gobierno el momento de suscribir el contrato. Pero, repito, el Estado no se puede detener. Hay rubros que se destinan para cosas específicas e invertirlos en otra cosa puede ser considerado un delito por la Contraloría. Decir que podían destinarse para algo más, es apresurado y seguro equivocado. ¿Acaso ustedes usan la plata del arriendo para mercar y pagar Netflix?
Duque ha manejado muy bien la crisis actual, con altura antes los ataques despiadados y la mala intención de quienes añoran que le vaya mal. Afronta el día a día con valentía y le pone la otra mejilla a quienes lanzan golpes por doquier para intentar derribarlo. Podemos estar en desacuerdo con algunas decisiones pero las acatamos. No es el momento de buscarle la caída y criticarle al gobierno que siga adelante en su funcionamiento. Claro, a papaya dada papaya partida y esto será caldo de cultivo para quienes les importa más su ego personal que el bien general del país.
Diego Mora
@DiegoMorita
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Sígueme en Twitter @DiegoMorita