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viernes, 30 de noviembre de 2012

1995


Hoy que se cumplen 17 años de inaugurado el Metro de Medellín es inevitable recordar que el 30 de noviembre de 1995 yo estaba en la estación Tricentenario esperando ansioso la apertura de puertas para que los usuarios entraran a disfrutar su primer viaje en Metro.

En 1995 presté mi servicio militar como Auxiliar Bachiller en la Policía Nacional. Inicialmente fui asignado a la Estación Laureles, ubicada a unas cinco cuadras de mi casa. La idea era que los jóvenes bachilleres cumplieran este año cerca de su lugar de residencia, para que fuera más sencillo el transporte en las mañanas y en las noches.

Este servicio fue una experiencia inolvidable, guardo los mejores recuerdos de mis días patrullando las calles de Medellín, persiguiendo ladrones, decomisando marihuana, navajas y cuchillos y disfrutando de conciertos y partidos de fútbol gratis.

Un día de patrullaje en el sector de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, mis compañeros y yo nos metimos al coliseo de voleibol a resguardarnos de una fuerte lluvia que caía. Como no escampaba decidimos ponernos a jugar un rato ¿qué tiene eso de malo? Pues para una Subintendente, que nos descubrió “evadidos”, si tenía algo malo. Gracias a ella fuimos trasladados al Metro, a diferentes estaciones. A mi me tocó Tricentenario.

Los primeros días fueron duros, vigilar una estación vacía, ver pasar trenes vacíos, detenerse, ver que se abrieran las puertas para que saliera… el viento. Sin embargo con el pasar de los días todo fue mejorando. Aproveché los largos turnos parado en la plataforma para leer, creo que en 15 días leí unos 5 o 6 libros, pues no tenía más nada que hacer; claro, hasta el día de la apertura.

Ese 30 de noviembre se sentía una tensa calma. Entraba en operación un sistema de transporte masivo que había atravesado muchos problemas en su construcción. Recuerdo un chiste muy malo de esa época: -le pregunta un amigo al otro ¿usted sabe por qué se demoraron tanto en construir esta vaina? –No, nada nada. –Pues porque dijeron que iban a construir un metro y un día se dieron cuenta de que llevaban como cinco mil. Si, por eso dije que era muy malo.

¿Por qué escribo esto? Recibí un boletín de prensa del Metro, en el que resaltan los 17 años de funcionamiento. Al leerlo se removieron mis recuerdos y no pude evitar pasar mi mano, la derecha siempre la derecha, por mi cabeza y exclamar ¡como pasa el tiempo!

Hace 17 años, metido en mi uniforme verde y mis botas impecablemente lustradas, yo esperaba a que se abrieran las puertas de la estación Tricentenario. Antes de que esto pasara, compré el primer tiquete que allí se vendió, incluso creo que es el primero que se vendió en todas las estaciones. Aun conservo ese tiquete, así como conservo mi riata, mi bastón de mando, mis presillas y mi apellido bordado como recuerdo de una bella época.

Hace 17 años…uyy eso es mucho tiempo.

@DiegoMorita

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