Hoy que se cumplen 17 años de
inaugurado el Metro de Medellín es inevitable recordar que el 30 de noviembre de
1995 yo estaba en la estación Tricentenario esperando ansioso la apertura de
puertas para que los usuarios entraran a disfrutar su primer viaje en Metro.
En 1995 presté mi servicio
militar como Auxiliar Bachiller en la Policía Nacional. Inicialmente fui
asignado a la Estación Laureles, ubicada a unas cinco cuadras de mi casa. La idea
era que los jóvenes bachilleres cumplieran este año cerca de su lugar de
residencia, para que fuera más sencillo el transporte en las mañanas y en las
noches.
Este servicio fue una experiencia
inolvidable, guardo los mejores recuerdos de mis días patrullando las calles de
Medellín, persiguiendo ladrones, decomisando marihuana, navajas y cuchillos y
disfrutando de conciertos y partidos de fútbol gratis.
Un día de patrullaje en el sector
de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, mis compañeros y yo nos metimos al
coliseo de voleibol a resguardarnos de una fuerte lluvia que caía. Como no
escampaba decidimos ponernos a jugar un rato ¿qué tiene eso de malo? Pues para
una Subintendente, que nos descubrió “evadidos”, si tenía algo malo. Gracias a
ella fuimos trasladados al Metro, a diferentes estaciones. A mi me tocó
Tricentenario.
Los primeros días fueron duros,
vigilar una estación vacía, ver pasar trenes vacíos, detenerse, ver que se abrieran
las puertas para que saliera… el viento. Sin embargo con el pasar de los días
todo fue mejorando. Aproveché los largos turnos parado en la plataforma para
leer, creo que en 15 días leí unos 5 o 6 libros, pues no tenía más nada que
hacer; claro, hasta el día de la apertura.
Ese 30 de noviembre se sentía una
tensa calma. Entraba en operación un sistema de transporte masivo que había
atravesado muchos problemas en su construcción. Recuerdo un chiste muy malo de
esa época: -le pregunta un amigo al otro ¿usted sabe por qué se demoraron tanto
en construir esta vaina? –No, nada nada. –Pues porque dijeron que iban a
construir un metro y un día se dieron cuenta de que llevaban como cinco mil. Si,
por eso dije que era muy malo.
¿Por qué escribo esto? Recibí un
boletín de prensa del Metro, en el que resaltan los 17 años de funcionamiento. Al
leerlo se removieron mis recuerdos y no pude evitar pasar mi mano, la derecha
siempre la derecha, por mi cabeza y exclamar ¡como pasa el tiempo!
Hace 17 años, metido en mi
uniforme verde y mis botas impecablemente lustradas, yo esperaba a que se
abrieran las puertas de la estación Tricentenario. Antes de que esto pasara, compré
el primer tiquete que allí se vendió, incluso creo que es el primero que se
vendió en todas las estaciones. Aun conservo ese tiquete, así como conservo mi
riata, mi bastón de mando, mis presillas y mi apellido bordado como recuerdo de
una bella época.
Hace 17 años…uyy eso es mucho
tiempo.
@DiegoMorita